satán

I. Satán es una Idea

La Iglesia de Satán no concibe a Satán como un ser real existente, o una criatura sobrenatural, sino como un concepto, una idea antigua y universal y, por lo tanto, poderosa. Satán es un arquetipo que conjuga, a nivel simbólico, un conjunto de significados que nuestra Iglesia reivindica.

II. Satán es Inteligencia.

Frente a la ignorancia de la fe ciega, Satán es inteligencia y sentido crítico. La Iglesia de Satán no fomenta supersticiones ni miedos infundados. Promovemos la preeminencia de la razón frente a la pasión, si bien ambas son valiosas facultades del ser humano.

III. Satán es Conocimiento.

De acuerdo a la fe cristiana,  Satán es quien tienta a Eva a probar la fruta prohibida del árbol del Conocimiento. La capacidad de conocer es, junto a la Inteligencia, una de las facultades innatas del ser humano, que permiten su desarrollo. Sólo una filosofía oscurantista y atrasada podría considerar pecado el Conocimiento.

IV. Satán es Resistencia.

Frente al poder absoluto de Dios, Satán es resistencia infinita. Resistir frente a una autoridad divina es el mayor desafío concebible, y un inspirador símbolo, indicador de que la fortaleza de espíritu puede sobreponerse a cualquier barrera y a cualquier autoridad.

V. Satán es Individualismo.

Frente a la aceptación sumisa del orden y la norma, Satán es individualismo y rebeldía.  Satán reivindica el orgullo propio, sentimiento imprescindible para el desarrollo y bienestar de cualquier persona. El hombre es un ser social, pero no por ello debe claudicar en sus aspiraciones individuales. La sumisión, la obediencia ciega y la resignación son para nosotros actitudes funestas.

VI. Satán es Equilibrio.

En la fe cristiana, Satán es el opuesto, el enemigo, el contrario. Es quien completa la figura de Dios, brindando balance y representando todo lo que ha quedado prohibido y reprimido. Reivindicar a Satán es, por tanto, reivindicar aquello que ha sido relegado como tabú, y que no puede ser ya negado.

 

Información extraída en su integridad de La iglesía de Satán